El psicodrama según su creador J. L. Moreno, “es la ciencia que explora la verdad de los seres humanos o la realidad de las situaciones por métodos dramáticos”. Es una experiencia grupal aunque se puede aplicar también en lo individual, en el trabajo con niños, adolescentes, adultos y adultos mayores. Las técnicas psicodramáticas proporcionan una posibilidad única de escenificar la conflictiva personal y grupal permitiendo objetivarla, verla, resignificarla, operar sobre ella buscando diversas alternativas de desenlace, ampliando la versión original con las múltiples resonancias de los participantes, sirviéndose de los inagotables caudales de la creatividad personal y grupal que se van liberando a través del trabajo realizado.
Gracias al compromiso corporal, emocional y de ideas, el trabajo psicodramático da la posibilidad de re-inventarse y re-construirse de manera nueva y singular. La posibilidad de jugar diversos personajes, correr riesgos y dejarse sorprender, desmantelar patrones fóbicos de conducta, cuestionar las propias pautas de expresividad, sacar a relucir personajes temidos que invisiblemente actúan desde el Inconciente, representar a otros que invitan a hablar, a gesticular, a moverse más allá de las propias formas habituales, son algunas de las cuestiones que propone el psicodrama en un contexto de contención grupal. El director de escena en psicodrama acompaña al protagonista a un encuentro consigo mismo, decía J. L. Moreno.
El Psicodrama Psicoanalítico aportó la dimensión del Inconciente, cuya fantasmática es susceptible de ser espacializada en escenas mediante las técnicas psicodramáticas. Como técnica psicoterapéutica en el área clínica se utiliza para resolver conflictos presentes así como pasados y lo que uno puede imaginar como dificultades futuras, para explorar situaciones difíciles y para prepararse a afrontarlas.
El psicodrama sirve para ensayar papeles que uno debe desempeñar en la vida cotidiana, explorar situaciones difíciles que atañen al desempeño de roles profesionales y para aprender a afrontar situaciones nuevas. Estimula la creatividad, la espontaneidad y proporciona múltiples recursos lúdicos y psicodramáticos para el manejo de diferentes contextos grupales, sea en el área de la salud, de la docencia, de la educación, en las áreas de prevención como también para el entrenamiento del rol profesional (rol playing), etc.